El día jueves 29 de abril el diario Página 12, más específicamente el Suplemento NO realizó un análisis del Programa ConectarIgualdad.com.ar . Estas y otras noticias nos invitan a seguir pensando sobre la incorporación de tecnologías en el aula. Para comenzar cabe señalar la continuidad que existe entre este post y “Más tecnología, ¿mejor calidad educativa?”. El intercambio en este último nos brindó fuentes de información necesarias y que revisamos en esta entrada.
En primer lugar, en el ya citado artículo periodístico se alude a “que los docentes tendrán que acondicionar sus clases. De arranque muchos deberán aprender a usar una computadora”. Agrego a estos que el uso de este artefacto tecnológico en este tipo de prácticas, trasciende la mera utilidad personal y operativa, para estar atravesada por una finalidad social como es lograr la construcción y adquisición de ciertos saberes. El uso que hagan (o no) los docentes es didáctico – pedagógico, como señala Castro I. “los medios no representan por sí solos una educación vanguardista, para ello se necesita saber utilizarlos, no sólo en el aspecto operativo sino en el manejo de contenidos.”
A su vez, en el Programa se menciona la figura del “operador tecnológico y el referente pedagógico. Los cuales organizarán cronogramas, material pedagógico y las tareas”. Todo esto, ¿estará planificado junto al docente?, ¿Cómo se llevarán a cabo?, ¿Cómo se implementará? Teniendo en cuenta que los docentes, en general, desarrollan su labor con horas cátedra saturadas y son como “aves de paso”, ¿cómo hará para tomarse un tiempo y conocer cuáles son las estrategias pedagógicas que más se ajustan a su programa?
En segundo lugar, es interesante como se deja entrever un dejo de determinismo tecnológico, cuando se supone que la incorporación de tecnología generará que el docente tenga un rol más abierto. Esto puede o no suceder, con o sin tecnología. Pensar en esta línea, como señala Buckingham es “considerar que es la tecnología en sí la que genera el cambio, no los actores sociales que la poseen y la fomentan”.
Suponer que la incorporación de artefactos tecnológicos necesariamente traerá cambios en las clases y sus actividades ha conducido a grandes fracasos e incluso a repliegos en el uso de artefactos. Es más se han realizado diversos estudios en los cuales se ha corroborado que el uso de éstos “no transformó el aprendizaje, ni revolucionó la institución escolar” . Para alcanzar estos objetivos es necesario que se “involucre a las personas que efectivamente van a utilizarla, se tomen en cuenta las actitudes, las necesidades, percepciones e intereses de las personas involucradas”
En tercer lugar, retomo una frase de Ludger WoBmann “todo depende cómo se use el ordenador” . Y considero que en este “depende” el disponer de una de planificación adecuada y ajustada a cada contexto es vital para generar cambios. Para ello es primordial definir prioridades, realizar evaluaciones institucionales, analizar los casos en los que la inclusión de tecnología funcionó (o no) y ver por qué.
Por último, la implementación de estos planes está íntimamente relacionada con el proyecto de país que queramos construir. Es muy necesario que en su desarrollo, intercambio de experiencias, innovación educativa, etc, se aprovechen y generen capacidades locales para el presente y el futuro de la Argentina.
Feliz de haber contribuido con mi granito de arena, a establecer vínculos enriquecedores entre seres pensantes, que no abundan. No hubiera podido yo mismo, haber vinculado en tan buena forma tanta información, como tu lo haces, y en forma tan clara.
El titulo en forma de pregunta de esta entrada, me lleva a otra pregunta, que es la que también se hace Cobos (en su intervención en un libro de Alejandro Piscitelli):
Cap.9 ¿Y si las tecnologías no fueran la respuesta?
http://ergonomic.wordpress.com/2010/05/16/proyecto-facebook-edupunk-downes-y-arina/
Un saludo cordial Lucila.
Jorge Nelson Olivera
BLOGUENTARIOS.
Errata: Cristobal Cobo, es Cobo, no Cobos, ya que es uno solo, je je je. Disculpas por el error.